Hemorragias Intracraneales Infantiles (Hemorragias Cerebrales) y Traumatismo de Nacimiento

Las hemorragias intracraneales (también conocidas como hemorragias cerebrales) son un tipo de lesión traumática de nacimiento que van desde leves hasta extremadamente graves. Las hemorragias intracraneales pueden ser causadas por negligencia médica, incluidas complicaciones y errores que conducen a la privación de oxígeno, trauma durante el parto, técnicas de parto inadecuadas y uso incorrecto de fórceps y extractores de vacío, entre otras razones. Es importante diagnosticar las hemorragias intracraneales lo antes posible para proporcionar el tipo correcto de tratamientos y limitar la extensión del daño.

¿Qué son las Hemorragias Intracraneales (Hemorragias Cerebrales)?

Las hemorragias intracraneales (hemorragias cerebrales) infantiles son lesiones de nacimiento hipóxicas o traumáticas que se distinguen por un sangrado abrupto y rápido en el cráneo o el cerebro de un bebé recién nacido. Las hemorragias extracraneales son similares a las hemorragias intracraneales, pero el sangrado se produce justo fuera del cráneo del bebé. Hay varios tipos diferentes de hemorragias cerebrales, según la naturaleza y la ubicación de la lesión.

Tipos de Sangrado Cerebral

• Hemorragia cerebral: las hemorragias cerebrales son un tipo de accidente cerebrovascular en el que un vaso sanguíneo roto causa sangrado dentro del cerebro del bebé.
• Hemorragia subaracnoidea, hemorragia intracraneal infantil, hemorragias cerebrales, hemorragia subaracnoidea: Las hemorragias subaracnoideas se caracterizan por sangrado en el espacio subaracnoideo, que es el área entre la más interna de las dos membranas que cubren el cerebro. Este tipo de hemorragia intracraneal, que es la segunda hemorragia cerebral detectada con mayor frecuencia en los bebés, generalmente se presenta en bebés nacidos a término y produce actividad convulsiva, letargo y apnea. Las hemorragias subaracnoideas también pueden provocar hidrocefalia, leucomalacia periventricular (PVL), parálisis cerebral y daño cerebral permanente.
• Hemorragia intraventricular: Las hemorragias intraventriculares ocurren cuando hay sangrado en el sistema ventricular del cerebro, donde se produce el líquido cefalorraquídeo. Es el tipo más grave de hemorragia intracraneal y generalmente se observa en bebés prematuros y bebés con bajo peso al nacer. Esto se debe a que los vasos sanguíneos en el cerebro de los bebés prematuros no están completamente desarrollados y, por lo tanto, son débiles. Las hemorragias intraventriculares también pueden deberse a traumas físicos durante el parto e hipoxia (privación de oxígeno en el cerebro del bebé).
• Hemorragia subdural o hematoma subdural: Las hemorragias subdurales son el tipo más común de hemorragia intracraneal infantil. Las hemorragias subdurales se producen cuando hay una ruptura de uno o más vasos sanguíneos en el espacio subdural, que es el área entre la superficie del cerebro y la capa delgada de tejido que separa el cerebro del cráneo. Estas rupturas suelen ser causadas por partos difíciles. Las convulsiones, los niveles altos de bilirrubina en la sangre, una cabeza que se agranda rápidamente, un reflejo de Moro deficiente o hemorragias retinales extensas (sangrado de los vasos en la retina) a veces ocurren con este tipo de hemorragias.
• Cefalohematoma: Los cefalohematomas son hemorragias cerebrales caracterizadas por sangrado que se produce entre el cráneo y su cubierta como resultado de la rotura de los vasos. Los cefalohematomas comienzan como un bulto elevado en la cabeza del bebé, por lo general ocurren unas pocas horas después del nacimiento y duran de dos semanas a unos pocos meses. Si bien pueden ser el resultado de cualquier tipo de traumatismo infligido en la cabeza del bebé los cefalohematomas suelen ser el resultado de un fórceps o nacimiento por extracción de vacío. El cefalohematoma no tratado puede provocar una infección neonatal grave, muerte celular en el cerebro y / o calcificación del hematoma.

Causas de Hemorragias Intracraneales (Hemorragias Cerebrales)

Existen varias complicaciones, lesiones y errores médicos que pueden causar hemorragias cerebrales durante el trabajo de parto y el parto. Si bien hay una superposición, los diferentes tipos de hemorragias intracraneales tienen diferentes causas y factores de riesgo. Algunas de las causas más comunes de hemorragias intracraneales en bebés incluyen las siguientes:

• Macrosomía: Esta es una condición del embarazo en la cual el feto es más grande que el promedio para la edad gestacional.
• Desproporción cefalopélvica (DPC): Esta condición de embarazo ocurre cuando el feto es demasiado grande para pasar fácilmente por la pelvis de la madre.
• Presentación fetal anormal, como un feto en presentación de nalgas, cara o frente
• Trauma por parto prolongado
• Cambios anormales en la presión arterial
• Trastornos sanguíneos, como deficiencia de vitamina K o hemofilia
• Encefalopatía hipóxico-isquémica (HIE, por sus siglas en inglés): La encefalopatía hipóxico-isquémica es una lesión cerebral neonatal peligrosa que resulta de la disminución del oxígeno y del flujo de sangre al bebé en el momento del parto o cerca de este. La falta de flujo sanguíneo resulta en la muerte celular y causa que las paredes de los vasos sanguíneos se rompan, lo que lleva a sangrado.

En casos como estos, los médicos y las enfermeras deben vigilar de cerca al bebé para detectar signos de sufrimiento fetal y dar a la madre la opción de una cesárea. Si ocurre un sufrimiento fetal y los métodos normales de parto no tienen éxito, se requiere una cesárea de emergencia para minimizar el riesgo de hemorragia intracraneal, así como otras lesiones en el parto.

Desafortunadamente, también pueden producirse graves traumatismos craneales y cerebrales en los recién nacidos a partir de una intervención médica durante el parto. Por ejemplo:

• Fórceps y extractores de vacío: El uso inadecuado los instrumentos de administración como los fórceps o los extractores de vacío está bien documentado como causa de sangrado intracraneal.
• Técnicas de parto: Una técnica de parto inadecuada (por ejemplo, torceduras o tirones excesivos de la cabeza del bebé) puede causar sangrados y hemorragias cerebrales graves.

Además, los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de sufrir hemorragias intracraneales debido a la fragilidad de sus vasos sanguíneos poco desarrollados. Aproximadamente el 20% de los bebés prematuros que pesan menos de 3.3 libras sufren hemorragias intracraneales.

Signos y síntomas de Hemorragias Intracraneales (Hemorragias Cerebrales)

Los síntomas de las hemorragias intracraneales variarán según el tipo y la gravedad de la hemorragia. Los bebés con hemorragias intracraneales y hemorragias cerebrales pueden presentar los siguientes signos y síntomas:

• Letargo
• Convulsiones neonatales
• Apnea
• Dificultades de alimentación
• Irritabilidad
• Fontanela abultada / punto blando (hemorragia intraventricular)
• Respiración superficial o forzada
• Tono alterado
• Nivel de conciencia alterado

Diagnóstico de Hemorragias Intracraneales (Hemorragias Cerebrales)

Si los profesionales médicos detectan signos de hemorragia intracraneal o sospechan que se produjo una hemorragia intracraneal, se realizan estudios de imágenes cerebrales para confirmar la presencia de sangre en el cráneo. Los mejores métodos para detectar una hemorragia cerebral son las IRM y las tomografías computarizadas. La MRI (imágenes de resonancia magnética) utiliza ondas magnéticas para generar imágenes del cerebro. Las tomografías computarizadas (TAC por sus siglas en español) utilizan programas informáticos y rayos X para crear imágenes de las estructuras internas del cerebro del bebé. Ocasionalmente, se realizan ecografías y pruebas de líquido cefalorraquídeo.

Tratamiento de las Hemorragias Intracraneales (Hemorragias Cerebrales)

El tratamiento de las hemorragias intracraneales es principalmente de naturaleza de apoyo, aunque puede ser necesaria una intervención neuroquirúrgica para tratar los hematomas subdurales. El pronóstico varía según la gravedad y la ubicación de la hemorragia. A algunos bebés les va muy bien con poco o ningún efecto residual. Las hemorragias más graves pueden provocar discapacidades físicas y mentales, como retrasos en el desarrollo, problemas de aprendizaje y parálisis cerebral. El diagnóstico de una hemorragia intracraneal es crucial: cuanto más temprano se diagnostique a un bebé una hemorragia intracraneal, más temprano puede comenzar el tratamiento y la terapia.

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